El gobierno nacional consideró, en ese momento, que Córdoba presentaba mejores ventajas comparativas, dada su ubicación geográfica, su proximidad a zonas endémicas y su ubicación estratégica dentro de la red ferroviaria nacional, para la construcción de un hospital de alta complejidad. Sin embargo, pasaría mucho tiempo hasta ver la obra concretada, pues estuvo muchos años paralizada.
El 24 de mayo de 1913 la Academia Nacional de Medicina logró su deseo de ver inaugurado el hospital.
Respecto a la autoría del proyecto se registraron algunas confusiones, ya que se lo atribuyó al Ing. Rafael Aranda; sin embargo, dicho profesional fue el encargado de los planos de un modelo de hospital a ser ubicado en otro sector de la ciudad, que finalmente no fue concretado.
Los planos del Hospital de Clínicas fueron firmados por el Ing. Francisco Tamburini, quien diseñó un edificio de arquitectura típicamente italianizante. De la fachada con un ingreso jerarquizado se desprende un cuerpo central con funciones administrativas y luego una distribución simétrica de 10 pabellones.
En el interior se destacan espaciosas galerías de armónicas proporciones.
Aunque fue inaugurado en 1913, sus ampliaciones continuaron durante décadas, completando el sueño que muchos de sus propulsores no pudieron ver realizado.
Así, en los años posteriores se erigieron las plantas superiores sobre los pabellones centrales, ampliando la capacidad de 250 a 430 internados.
El paso del tiempo ha dado lugar a que algunas partes de la primitiva construcción hayan sido amputadas o demolidas.
Lo que más se sintió fue cuando, durante la dictadura militar, se demolieron 4 pabellones, lo que significó un trauma en la vida del Hospital, ya que, sin ninguna razón, se despojó al nosocomio de más de 100 camas.
Aún así, el Clínicas conserva un papel fundamental en la atención de la salud pública y en la vida universitaria.
Sólo ciertos sectores del Hospital integran su declaratoria como monumento histórico nacional: el pabellón central, el pabellón de especialidades, cirugía, internación, la chimenea, el aula menor, el pabellón del Cáncer, el depósito, la cocina, la capilla, el aula mayor, el pabellón de Anatomía, la cátedra de Farmacología, los servicios generales y Anatomía Patológica.
En sus alrededores se formó un vecindario heterogéneo, principalmente de estudiantes-practicantes en el nosocomio. Se fueron construyendo gran cantidad de pensiones, albergues y comedores económicos, a medida que llegaban más y más estudiantes que, en la mayoría de los casos, se trataba de hijos de trabajadores del interior que tenían la oportunidad de soñar con un título de "doctor" por poco dinero pero con mucho sacrificio.
El Hospital Nacional de Clínicas es un símbolo imborrable para los médicos que en sus muros forjaron una disciplina, acrecentaron sus conocimientos y se convirtieron en celosos custodios del preciado bien de la salud humana.
Bibliografía consultada:
- Patrimonio arquitéctónico de los argentinos / coordinación general Marina Waisman. Buenos Aires : Sociedad Central de Arquitectos : Instituto Argentino de Investigaciones en Historia de la Arquitectura y el Urbanismo, 1982.
- El Clínicas : más que un hospital y que un recuerdo melancólico. En: La Voz del Interior, 22 Mayo 1988. [Supl. Especial]
- Curar y enseñar, una misión de 100 años: Hospital Nacional de Clínicas / Alejandro Mareco, Bibiana Fulchieri y Carlos Presman. En: La Voz del Interior, 19 Mayo 2013 [Supl. Temas]
- Curar y enseñar, una misión de 100 años: Hospital Nacional de Clínicas / Alejandro Mareco, Bibiana Fulchieri y Carlos Presman. En: La Voz del Interior, 19 Mayo 2013 [Supl. Temas]
quiero FELICITAR por la Atención de mi Padre en los momentos mas Difícil al sr. ENFERMERO WALTER DIAZ DE LA GUARDIA CENTRAL
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