La vivienda que el médico cirujano Pedro Curutchet encargara a Le Corbusier en 1948 y que fuera concluída en 1954 , es el único proyecto construido en Latinoamérica por este célebre arquitecto considerado padre de la arquitectura moderna.
El arquitecto francés aceptó el pedido de Curutchet, pero como él no viajaría a Argentina puso como condición que alguien de su confianza se hiciera cargo de la dirección de la obra. El elegido fue el arquitecto Amancio Williams, quien tuvo gran influencia en detalles constructivos.
Le Corbusier con una maqueta de la Casa Curutchet
Curutchet había adquirido un terreno entre medianeras, en forma de trapecio de 9 mts. de ancho por 24 de profundidad promedio, ubicado en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires.
El proyecto debía contemplar un amplio consultorio con sala de espera y una habitación para eventuales internaciones , y cubrir el resto de las necesidades del matrimonio y de sus dos hijas: dos habitaciones, escritorio, estar, comedor, cocina, lavadero, baños, habitación de servicio y garage.
Le Corbusier, entonces, ubica el consultorio hacia la calle y la vivienda retraída hacia el fondo del lote, pero mirando hacia la calle; cada uno con su expresión volumétrica propia.
Desde una visión exterior se perciben claramente los dos cuerpos o núcleos, por ser el cuerpo delantero más bajo y transparente en planta baja. Mientras el cuerpo anterior mantiene la línea de la fachada, el cuerpo posterior está en tensión, girando. Esto es consecuencia de la geometría del lote y de su particular manejo por Le Corbusier.
Con respecto a su diseño general, se observa que la vivienda está planteada dentro de una caja mayor, abstracta, que contiene dos cajas menores, que el recorrido de la vivienda es ascendente organizado en cinco secuencias: entrada, primer tramo de la rampa, hall de acceso, llegada de la vivienda y terraza.
Muchos inconvenientes se presentaron durante la edificación, lo que motivo que en más de una ocasión el doctor Curutchet estuviera tentado a abandonarla.
A medida que la obra avanzaba, la relación entre Curutchet y Williams fue desgastándose hasta que éste se desvinuculó de la obra en 1951. Fue reemplazado por el arquitecto Simón Ungar y por los ingenieros Hugo Sarraillet y Alberto Valdez.
La Casa Curutchet tiene un indiscutible valor arquitectónico, tanto por su plastilidad formal del conjunto como por su importancia en el contexto histórico y social.
La resolución de la ocupación del terreno, las transparencias y el peso de cada elemento particular hacen de esta obra un proyecto único e irrepetible en la historia de la arquitectura moderna.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró el 18 de julio de 2016 Patrimonio de la Humanidad a la Casa Curutchet.
Bibliografía consultada:
- Arese, Alvaro. La Plata y Le Corbusier. En: Summa No. 181 (1982), p. 38-39
- Guías de arquitectura Latinoamericana : La Plata. Buenos Aires : Arte Gráfico Editorial Argentino : Clarín, 2008
- Vanguardias argentinas : obras y movimientos en el Siglo XX / editor Berto González Montaner. Buenos Aires : Clarín, 2005.
Y ademas Le Corbusier dispuso que en los ventanales no se le pongan cortinas, por ende a la esposa de Curutchet no le gusto nada de eso.
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