Tres jóvenes arquitectos, el catalán Antonio Bonet Castellana y los argentinos Juan Kurchan y Jorge Ferrari Hardoy, llegaron a Argentina después de conocerse en el atelier parisino de Le Corbusier. Juntos, fundaron en 1938 el grupo Austral.
En diciembre de ese mismo año diseñaron el sillón BFK, llamado inicialmente sillón Austral, sobre la base de ideas ya esbozadas en París.
Este sillón ganó el Primer Premio del Salón de las Artistas Decoradores, en 1943 en la ciudad de Buenos Aires.
Los materiales con los que está construido, según la propia descripción de los autores: "armazón de hierro redondo de 12 mm soldado al tope y pintado a fuego" y "un elemento elástico constituido por cuero baqueta natural con forro interior de lona, dividido en cuatro partes para conseguir la superficie gausa necesaria para adaptarse al cuerpo que descansa", unida a la anterior mediante cuatro bolsillos en los ángulos de cuero.
En los años 60 el BKF se producía en Six, empresa de la cual Juan Kurchan era socio, y allí recurrían algunos pocos arquitectos que sabían algo del BKF.
Maravilla de este sillón la sencillez de su diseño y la economía de medios, y todo sin restar un àpice de comodidad; recoge la ligereza, los gestos y las leyes de la mecánica propias del mobiliario preexistente, a la vez que realiza una interpretación que difiere lo suficiente de sus referencias, convirtiéndose así en un acierto histórico.
Bibliografía consultada:
- Alvarz, Fernando. Sillón BKF, modernidad, ergonomía y antopología En: Experimenta No. 20 (1998), p. 38-40
- Blanco, Ricardo, Crónicas del diseño industrial en Argentina. Buenos Aires : Universidad de Buenos Aires, 2005.
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